martes, 24 de julio de 2007

AMADA MÍA

AMADA MIA

Allá en tierras lejanas
una mujer está llorando
echada sobre su lecho
todo lo va recordando.
En su amada Andalucía, que lejos está,
cierra los ojos y empieza a soñar.

Sólo oye silencio en la paz de la noche
de luna llena y sombría
al compás de alguna ráfaga de viento
que silba entre los árboles del bosque.
Sólo oigo silencio,
quisiera gritar lo que te quiero
amada mía.

En mi mente veo luz
que se desprende
de tus pueblos blancos,
oigo tu risa cantarina,
veo el mar como quietos y ondulante lagos
amada mía.

Sólo pienso en regresar
cuando mi pelo sea de nieve
y tú, en tus fuertes y amorosos brazos
me vuelvas a acunar.

Una luz púrpura y blanca
inunda la vid de mi vida
una luz inmaculada y pura
inunda mi corazón dolorido
de clara noche de luna,
de sol dorado en el trigo
amada mía.

Un silencio de amarga y negra noche
un silencio oscuro y cavernoso
de sangre dolorida,
de ese dolor de tu sangre,
de tu cuerpo, de tu vida,
de Jesús crucificado,
de José y de María
amada mía.

Si algún día regresara
no quisiera ya marchar
que me dejen morir
en la paz de tu azahar,
que mis cenizas esparzan
por la tierra y por el mar
amada mía
dejadme aunque sólo sea soñar.
***
Maruja Benítez

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